Si le pedimos a cualquier persona que dibuje un tractor, lo más seguro es que el resultado final tenga unos neumáticos  traseros enormes y unas ruedas delanteras pequeñas. Esta es la forma básica del tractor, y lo sabe todo el mundo. Pero la razón tal vez no sea de dominio tan universal como el hecho en sí.

En ocasiones, los tractores agrícolas deben arrastrar cargas y aperos de gran tamaño y peso que podrían poner en peligro la estabilidad del vehículo. Para evitar que el exceso de presión lleve a elevar la parte delantera del tractor, se decidió que las ruedas traseras fuesen más grandes y gruesas que las de delante. De esta manera, la presión ejercida por los aperos o remolques encontraría una mayor resistencia que ayudaría a la estabilidad del vehículo.

John Deere es una de las marcas más famosas de maquinaria agrícola a nivel mundial. Pero no solo de tractores y cosechadoras viven los gigantes de la automoción. A finales de la década de 1890, las bicicletas vivieron un intenso periodo de moda en Estados Unidos. Aprovechando el tirón, John Deere decidió lanzarse a fabricar su propia línea de vehículos a dos ruedas, y así salieron al mercado los modelos Deere Roadster, Moline Special y Deere Leader.

La fabricación de bicicletas John Deere no estuvo mucho tiempo activa, pero casi un siglo después, durante la década de los setenta del siglo XX, el gigante de la maquinaria agrícola se embarcó en una nueva aventura: la fabricación de motos de agua. De estos vehículos acuáticos, por cierto, viene el eslogan de la marca “Nothing runs like a Deere”

Al igual que ocurrió con las bicicletas, las motos de agua John Deere no tardaron mucho tiempo en desaparecer del mercado. No obstante, en la actualidad la marca fabrica modelos de bicicletas infantiles.

¿Alguien dijo, lento como una oruga?

Charles Holt, fundador de Caterpillar, dedicó parte de sus esfuerzos profesionales a tratar de evitar que sus tractores se hundiesen en las tierras de cultivo. La solución pasó por colocar tablas de madera unidas por cadenas alrededor de las ruedas. La presentación oficial del invento tuvo lugar el día de Acción de Gracias de 1904 en la isla Roberts, en Estados Unidos.

Al evento acudió el fotógrafo Carlos Clements, que al ver el nuevo modelo solo se le ocurrió exclamar que este avanzaba despacio como una oruga. Al escucharlo, Holt exclamo: “Oruga, ¡lo llamaremos así!”