La digitalización en la agricultura
La Comisión Europea comenzó su implicación en la digitalización del sector agrícola en 2015, y apostó por la iniciativa de un mercado único digital a raíz de la pandemia del Covid-19. Es esta apuesta por la digitalización de la agricultura, la UE ha dado un gran impulso centrado en subvenciones para la reducción del impacto medioambiental.
En España hay reconocidos 2.426 centros de Innovación Digital (DIH) vinculados a los sectores agroalimentario, forestal y el medio rural. Existen también los SmartAgriHubs, que son proyectos europeos para conectar con los DIH y así crear un ecosistema de innovación. En los DIH se agrupan las diferentes empresas y tecnologías especializadas en la digitalización de la agricultura. A esto hay que sumarle la línea de financiación MAPA de préstamos participativos a Pymes.
Los objetivos de la digitalización de la agricultura
Los objetivos principales son reducir la brecha digital, fomentar el uso de datos, e impulsar el desarrollo empresarial y los nuevos modelos de negocio, con el objetivo de reducir la brecha digital física. Digitalizar la agricultura es como un motor de impulso sectorial. Las nuevas tecnologías ofrecen oportunidades de diversificación económica. Hay muchas acciones que digitalizan la agricultura como por ejemplo, la maquinaria auto guiada, sistema que los agricultores usan en su día a día. Actualmente, la ley obliga a que los conductores sigan montados en el vehículo aunque no lo conduzcan. Se aspira a que las máquinas sean completamente autónomas, siendo siempre supervisadas por un operario.
La mayoría de los fabricantes agrícolas tienen la norma internacional ISOBUS. Esto permite una integración del protocolo de comunicación electrónica mediante un cable ethernet. La conexión electrónica sirve para transmitir los datos GPS de un tractor, ajustar los abonos y herbicidas, y mejorar así los cultivos. Las máquinas con control inteligente son un gran aliado, tienen unas opciones muy útiles siendo una de ellas la disminución de productos químicos como los herbicidas.
Aunque el uso de drones aún no está extendido, hay proyectos activos actualmente que se encuentran en una fase experimental, y pueden marcar un punto de inflexión en cuanto a la digitalización de la agricultura.
Las utilidades de un dron en el campo son, por ejemplo:
- Información espacial útil para generar mapas de cultivo detallados.
- Si cuenta con una cámara térmica, se puede conocer la temperatura media de los cultivos para medir mejor el riego en cada zona de un campo.
Gracias a estas aplicaciones, se pueden mejorar los tratamientos de los terrenos.
El Machine Learning es una parte de inteligencia artificial, que reconoce patrones de datos masivos y es capaz de estimar con exactitud la cosecha del cultivo y un análisis de la temporada mediante los datos.
Pese a los grandes avances digitales que se están haciendo en la industria agrícola, aún queda mucho recorrido por delante, ya que la agricultura sin digitalización no es eficiente y expertos recalcan que el sector no tendría futuro sin agentes digitalizadores.